martes, 5 de febrero de 2019

MATEO 13 Y EL CURSO DEL PRESENTE SIGLO (CAPÍTULO 10)


Mateo 13 y el curso del presente siglo


En este capítulo se dan 3 planteamientos para la interpretación del mismo:

  1. El de aquellos que no aceptan el significado profético de este pasaje y lo estudian solo por sus lecciones espirituales o morales. Este estilo de interpretación deja de hacer cualquier distinción entre el programa de Dios para Israel y el programa divino para la Iglesia, haciendo énfasis en que el pueblo de Israel ya no figura dentro de los planes de Dios y que todo lo que enseña el NT solo le atañe a la Iglesia. A pesar de las contradicciones que éste método envuelve, muchos teólogos persisten en hacer uso de él.
  2. El planteamiento de aquellos que, reconociendo la distinción entre Israel y la Iglesia, sostienen que ésta porción de la Escritura está totalmente centrada en el programa de Dios para Israel, específicamente para el período de la tribulación, cuando Dios los está preparando para el retorno del Rey.
  3. El punto de vista de aquellos que creen que esta parte de los Textos Sagrados presenta un cuadro de las condiciones de la tierra, con respecto al desarrollo del programa del reino durante el tiempo de ausencia del Rey; donde estas parábolas describen los eventos de todo el período intermedio entre las dos venidas. Ese es el planteamiento que adoptamos en este estudio. 

Interpretación del capítulo.

Hay varias claves que deben usarse en la interpretación de este capítulo 13 de Mateo que nos librarán del error:
  1. Primero que todo, algunas de las parábolas son interpretadas por el Señor mismo. No puede haber incertidumbre en cuanto a su significado, ni al método por el cual las demás parábolas han de ser interpretadas.  Cualquier interpretación del todo, necesariamente debe estar en armonía con aquellos que ha sido interpretado por el Señor.
  2. Es importante observar que, mientras muchas de las parábolas están en lenguaje figurado, estas figuras son familiares en toda la Palabra y, por lo tanto, tiene el mismo uso aquí como en cualquier otra parte, de una manera consecuente. El hecho de que éstas no son figuras aisladas hace más fácil la interpretación.
  3. Y la clave principal la hallamos en Mt. 13:52:
Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
¿Cuáles son esas cosas nuevas y cosas viejas? En el versículo Mt. 13:1, leemos: Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar” y enseñaba a la gente; y en Mt. 13:36, encontramos: “Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.”
Así las parábolas están divididas en 4 pronunciadas en público y 3 en privado; y la evidencia nos muestra que las primeras 4 son las cosas nuevas, y las últimas 3 son las cosas viejas.

Las cosas nuevas
  1. La simiente y las tierras o suelos: Proclamación del Reino a través del Evangelio.
  2. El trigo y la cizaña: La falsa imitación del Reino.
  3. El árbol de mostaza: La amplia y visible extensión del Reino.
  4. La levadura en la harina: El sincretismo religioso y la apostasía dentro de la Iglesia.

Las cosas viejas
  1. El tesoro escondido: La nación israelita.
  2. La perla: El remanente judío durante la tribulación.
  3. La red: el juicio de las naciones al fin de la tribulación.

Interpretación de las parábolas.

No es posible ni necesario hacer una exposición detallada de éstas parábolas aquí. Bastará seguir la revelación del Señor en relación con el curso de este presente siglo, en esta consideración escatológica.

Estas parábolas describen los resultados de la predicación del evangelio y las condiciones espirituales que prevalecerán en la tierra dentro de la manifestación visible del reino de los cielos (i. e. las Iglesias) hasta el fin del mundo. (1) en la mayoría de estas parábolas, Cristo enseña que habrá lo bueno y lo malo en su reino visible a través del tiempo. Entre los que profesan la fe en su nombre, habrá avenencias y mundanalidad que conducirán a la apostasía, así como fidelidad y piedad que conducirán a la vida eterna.

El sembrador y las tierras
(Mt. 13:3-9; 13:18-23)

De la interpretación dada por el Señor se deben aprender varios hechos importantes en relación con este presente siglo.
  1. Este siglo se caracteriza por la siembra de la simiente, la cual, en la porción paralela de Mr. 4:14 “El sembrador es el que siembra la palabra, se indica que la simiente es la Palabra.
  2. Dentro del siglo hay una marcada diferencia en la preparación de las tierras para la recepción de la simiente sembrada.
  3. El siglo se distingue por la oposición a la Palabra por parte del mundo, la carne, y el diablo.
  4. Durante el curso del siglo habrá una respuesta decreciente a la siembra de la simiente, de “ciento” a “sesenta” y a “treinta”. Tal es el curso del siglo.
Mr. 4:13 “Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? revela que ésta parábola, con la revelación del programa que constituye, es básica para el entendimiento de las otras parábolas del discurso. Las parábolas restantes tratan del desarrollo del programa de la siembra de la simiente.


El trigo y la cizaña
(Mt. 13:24-30; 13:36-43)

Esta segunda parábola es igualmente interpretada por el Señor. Varios hechos importantes son revelados mediante ella en relación con el curso del siglo.
  1. La verdadera siembra, mencionada en la primera parábola, será imitada por una siembra falsa.
  2. Habrá un desarrollo paralelo de aquello que es bueno como aquello que es malo como resultado de las dos siembras.
  3. Habrá un juicio al fin del siglo para separar lo bueno de lo malo. Lo bueno será recibido en el reino milenario y lo malo será excluido.
  4. El carácter esencial de cada siembra solo se podrá determinar los frutos obtenidos de lo que se siembra y no por la apariencia externa.
Esta parábola debe relacionarse particularmente con el período de la tribulación y debe distinguirse de la siembra de la primera parábola. En la primera parábola, la simiente es sembrada en los corazones de los hombres y en la segunda, en el mundo. En la primera parábola no se hace mención de juicio, y en la segunda, el siglo termina con juicio. Esto parecería indicar que se refieren a dos siembras: la primera, aquella que se realiza durante el siglo, principalmente por la Iglesia; y la segunda, en el período de tribulación que precede al fin del siglo cuando Dios tratará otra vez con Israel.
Hay indicaciones en la segunda parábola de que ésta está relacionada con Israel, y no con la Iglesia:
  1. El término hijos del reino (Mt. 13:38) se una en Mateo para referirse a Israel (Mt. 8:11-12) 11Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
  2. El juicio trazado se relaciona con el tiempo cuando Dios trate otra vez con Israel como nación, esto es al fin del siglo.
  3. El trigo y la cizaña crecen juntos hasta el juicio; pero la Iglesia será trasladada antes que la tribulación comience.
  4. El reino milenario será establecido inmediatamente después del juicio.
  5. La Iglesia nunca será juzgada para determinar quiénes entrarán en la gloria y quiénes serán excluidos. Esto parece indicar que ésta parábola tiene referencia primaria a Israel durante el período de la tribulación. Sin embargo, es verdad que todo el siglo debe caracterizarse por una siembra falsa compitiendo con la verdadera.
El grano de mostaza
(Mt. 13:31-32)

A medida que el siglo avanza varios hechos deben observarse:
  1. El siglo está caracterizado por un crecimiento anormal. Aquello que debía ser una hierba ha llegado a ser un árbol; se ha convertido en algo gigantesco.
  2. Esto gigantesco ha llegado a ser un lugar de descanso para las aves. En la primera parábola, las aves representaban aquello que era antagónico al programa de Dios, y en consecuencia asimismo se deben interpretar aquí. De esta manera vemos al Señor enseñando que, mientras la oposición en un tiempo era de afuera, ahora ha entrado en el programa mismo y está obrando desde adentro. La parábola enseña que la confesión de fe ha llegado a corromperse internamente. Esta es la caracterización del siglo.
  3. Esta parábola se refiere también a la perversión del propósito de Dios en este siglo.
La levadura escondida en la harina
(Mt. 13:33)

El progreso del siglo está caracterizado, según esta parábola por:
  1. El surgimiento de falsos sistemas religiosos que reclamarán formar parte del reino.
  2. La introducción de la levadura. Ésta figura se usa en las Escrituras para representar aquello que es malo en carácter (Ex. 12:15; Lv. 2:11; Mt. 16:16; Mr. 8:15; 1 Co. 5:6-8; Ga. 5:9; etc.). Esta corrupción es introducida en la harina. La harina se usaba en el AT (Lv. 2:1-3) en relación con las ofrendas de olor suave y era típica de la persona de Jesucristo. Ésta parábola revelaría, entonces, que surgirá un sistema religiosos que introducirá un elemento corruptor en las doctrinas de la Persona de Cristo.
  3. Ésta parábola se refiere también a la corrupción de la Palabra de Dios, mediante el cual se realiza el propósito de Dios en este siglo.
El tesoro escondido
(Mt. 13:44)

El propósito de esta parábola es describir la relación de Israel con este presente siglo. Aunque puesto a un lado por Dios, hasta que este siglo haya terminado, sin embargo Israel no ha sido olvidado y este siglo sí tiene referencia a este programa. Observamos:
  1. Que un individuo, que es el Señor Jesucristo, está comprando un tesoro. Esta compra fue efectuada en la cruz.
  2. Este tesoro está escondido en un campo, no visto por los hombres, pero conocido por el comprador.
  3. Durante el siglo, el comprador no llega a tomar posesión de su tesoro comprado, sino solo posesión del lugar en el cual reposa el tesoro.

La parábola indica que Cristo ha puesto el fundamento para la aceptación de Israel en este siglo, aunque el siglo termina sin que Él se haya apropiado de su tesoro. El tesoro será desenterrado cuando Él venga a establecer su reino. Israel está ahora ciego pero le pertenece a Dios.

La perla
(Mt. 13:45-46)

Con esta parábola, el Señor está mostrando que dentro de este presente siglo, además de adquirir el tesoro, Israel, Él también adquirirá como posesión personal aquello que nació mediante el sufrimiento, la Iglesia. Observamos:
  1. Que la Iglesia, como perla, llega a ser posesión del “mercader”, Cristo, mediante una compra.
  2. La Iglesia, como perla, solo puede llegar a ser adorno de Él cuando sea levantada del lugar en el cual fue formada.
La red
(Mt. 13:47-50)

Ésta parábola indica que el siglo ha de terminar con un juicio, principalmente contra las naciones gentiles, ya que la red ha de echarse en el mar (Mt.13:47; compárese con Is. 57:20; Is. 17:12).

Debe observarse que hay un paralelo entre los “misterios del reino de los cielos” (Mt. 13:11) y los misterios a los cuales se refiere Pablo en algunas de sus cartas:

  1. El misterio del sembrador está íntimamente relacionado con la piedad de 1 Tim. 3:16.
  2. La parábola del trigo y la cizaña y, la parábola del grano de mostaza son paralelas con el misterio de la iniquidad de 2 Tes. 2:7.
  3. La parábola de la levadura es paralela con el misterio de la Babilonia de Ap. 17:1-7.
  4. La parábola del tesoro escondido es paralela con el misterio de ceguera de Israel de Rom. 11:25.
  5. La parábola de la perla es paralela con el misterio aplicable a la Iglesia de Ef. 3:3-9, Col. 1:26-17; Rom. 16:25.

Podemos resumir la enseñanza en cuanto al curso del siglo diciendo:
  1. Habrá una siembra de la Palabra de Dios durante todo el siglo, que…
  2. Será imitada por una siembra falsa opuesta…
  3. El reino asumirá inmensas proporciones externas; es decir, el evangelio será predicado como nunca antes, pero…
  4. Se caracterizará por una corrupción doctrinal interna; no obstante, el Señor obtendrá para sí mismo…
  5. Un tesoro peculiar de entre Israel, y…
  6. De entre la Iglesia;
  7. El siglo terminará en juicio contra los injustos que han de ser excluidos del reino que ha de establecer el Señor, y los justos serán introducidos en él para disfrutar de la bendición del reinado del Mesías.

Actividad Final

Lee la carta a Tito y realiza lo siguiente:

  1. Indica la fecha en que se escribió y menciona algún hecho de la historia universal que haya sucedido en esa fecha.
  2. Señala quién era Tito.
  3. Un resumen general de la carta donde incluyas los motivos y propósitos de la carta.
  4. Menciona si se incluye en la carta alguna figura retórica; indica cuántas, cuáles, y en qué parte(s) de la carta.
  5. Busca la palabra o frase más importante de cada verso y añádele una cita paralela de otro libro de la Biblia. Por ejemplo:

Tit. 1:1
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad
Texto paralelo: He. 3:1; 1 P. 5:13.

Nota: Cuida que el sentido o contexto de la cita paralela que hayas seleccionado sea el mismo que el de la cita de la carta.

  1. De acuerdo a tu criterio y en base a todo lo que has aprendido y estudiado, menciona cuál es para ti el texto clave o más importante de la carta; menciona por qué.


INTERPRETACIÓN DE LA PROFECÍA BÍBLICA (CAPÍTULO 9)


INTERPRETACIÓN DE LA PROFECÍA BÍBLICA

I. Observaciones generales

Antes de considerar las reglas específicas que rigen la interpretación de la profecía, es necesario hacer ciertas observaciones generales concernientes a la naturaleza del lenguaje profético.

A.     Características de la profecía.

  1. La profecía puede aparecer como un solo evento, pero en realidad puede haber un cumplimiento doble, triple o cuádruple.
  2. La profecía se presenta a simple vista como múltiples hechos individuales, lo cual, a veces puede aparecer como si algunas predicciones particulares (profecías) se contradijesen entre sí, cuando en realidad son solo partes en las cuales las ideas reveladas están separadas; como es el caso de los aparentes contrastes que surgen al ver al Mesías primeramente en un estado sufriente y luego en un estado de gloria.
  3. La profecía puede aún ser revocada. Véase el caso de Jonás al declarar la profecía de juicio que se avecinaba sobre Nínive.
  4. Muchas profecías, especialmente aquellas que tratan acerca de Cristo, se cumplen literalmente.
  5. Las profecías frecuentemente forman parte de un todo y, por lo tanto, deben compararse unas con otras.
  6. El profeta ve juntas las cosas que están considerablemente separadas en su cumplimiento.

B.     El elemento TIEMPO en la profecía.

  1. Los profetas hablaron de cosas pertenecientes al futuro como si estuviesen presentes a su vista (Is. 9:6).
  2. Hablaron de cosas futuras como si hubieran pasado (Is. 53).
C.     La ley del doble cumplimiento.

Dos eventos considerablemente separados en cuanto al tiempo de cumplimiento, pueden juntarse alrededor de una profecía. Esto es así por cuanto el profeta tenía un mensaje para su propio día y también para algún tiempo futuro.
Las profecías tienen frecuentemente un significado doble, y se refieren a eventos diferentes, uno cercano y otro remoto; uno temporal y el otro espiritual o eterno. Lo que no se ha cumplido en el primero, debemos aplicarlo al segundo; y lo que ya se ha cumplido en el primero, frecuentemente puede considerarse como tipo o típico de lo que falta por cumplirse.

Vemos también que las profecías dadas para cumplimiento remoto, venían acompañadas de otras profecías o promesas a cumplirse en sus propios días y en su propia generación con el propósito de confirmar la fe de los hombres, así se demostraba que si la cercana era verdadera entonces la remota tendría también su cabal cumplimiento. Así, por ejemplo, el nacimiento de Isaac bajo las más raras circunstancias ayudaría a Abraham a creer que en su simiente serían benditas todas las familias de la tierra.

D.    Profecías condicionales.

Las predicciones que anuncian juicios venideros, no declaran por sí mismas el futuro absoluto del evento, sino que solo declaran lo que deben esperar las personas a quienes fueron hechas, y lo que ciertamente acontecerá, a menos que Dios mediante su misericordia se interponga entre la advertencia y el evento. Esto se ilustra por medio de la profecía de juicio sobre Nínive, cuyo cumplimiento estaba condicionado a la respuesta de ellos.

¿Podría decirse que todas las declaraciones proféticas son condicionales? De ninguna manera. Hay algunas cosas tocantes a las cuales “Juró Jehová, y no se arrepentirá” (Sal. 110:4).

II. Métodos de revelación profética.

Además de la declaración profética vista en un sentido literal, los eventos futuros fueron revelados por medio de tipos, símbolos, parábolas, sueños y éxtasis proféticos.
Por lo tanto, la interpretación adecuada de las porciones proféticas de las Sagradas Escrituras depende mayormente del dominio de los principios y leyes del lenguaje figurado, y de los tipos y símbolos.

A.     Revelación profética por medio de tipos.

Un tipo en la profecía bíblica es una institución, evento histórico o una persona establecida por Dios, que prefigura efectivamente alguna verdad relacionada con el cristianismo; el cual debe tener una conexión divinamente determinada con su cumplimiento.
Al interpretar las profecías reveladas por medio de tipos, es importante observar que las mismas máximas hermenéuticas, se aplican también aquí; es decir, usamos las mismas reglas que se usan para interpretar las figuras retóricas; comparamos la historia o el tipo con el cumplimiento; revisamos las interpretaciones de otros; etc.
Precaución. Al aplicar estas reglas, es importante recordar que los escritores sagrados no destruyeron el sentido histórico de la Escritura para establecer el sentido espiritual; ni encontramos un significado escondido en las palabras, sino solo en los hechos de cada pasaje;  y que se limitaron a exposiciones que ilustraban alguna verdad de importancia práctica o espiritual.

Ejemplo. (Ex. 29:4).
Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
Aarón (tipo profético de Cristo) participa en el lavamiento (e. d. símbolo de la regeneración [Véase Tit. 3:5; Jn. 3:5-6]): (1) porque necesita hacerlo (no así con Cristo [Véase He. 7:26-28]); y (2) para tipificar la acción de Cristo quien recibió el bautismo de Juan (cumplimiento del tipo profético), no por necesitarlo, sino para identificarse a sí mismo con los pecadores y cumplir el tipo de Aarón. Tal como en el caso de Aarón, la unción siguió al lavamiento (Véase Ex. 29:7 y compárese con Mt. 3:14-16).

B.     Revelación profética por medio de símbolos.

El segundo método de interpretación de la revelación profética es por medio del uso de símbolos, y estos pueden ser de 6 clases diferentes:
  1. Personas.
  2. Instituciones.
  3. Oficios.
  4. Eventos.
  5. Acciones.
  6. Cosas.
Para interpretar los símbolos de la profecía bíblica debemos considerar lo siguiente:
  1. El punto de vista histórico del escritor o profeta.
  2. El contexto que rodea al símbolo y su campo de acción.
  3. La analogía y significado de los símbolos y figuras similares, usados en otras partes de la Biblia.
Ejemplo. (Dn. 2:31-35; cf. Dn. 2:37-45).
31Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. 32La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
En este ejemplo vemos que el profeta Daniel describe una imagen con la siguiente simbología:
  1. Cabeza de oro. Simboliza el imperio babilónico, cuya gloria no se ha dado jamás en ningún otro imperio.
  2. Pechos y brazos de plata. Simboliza al imperio Medo-Persa, los cuales son dos imperios (dos brazos) que se unieron para la conquista del mundo conocido en ese entonces.
  3. Vientre y muslos de bronce. Representa al imperio griego (Alejandro Magno), de corta duración, tal y como lo es el talle de la imagen.
  4. Piernas de hierro. Representan al imperio romano, el cual tuvo una duración de 1000 años, es por ello que es representado con la parte más larga de la imagen, y las dos piernas porque el imperio romano se dividía en oriental cuya capital era Constantinopla y occidental cuya capital era Roma.
  5. Pies de hierro con barro cocido. Representan el último imperio de la historia, la Unión Europea, la cual se ha dado a partir de alianzas humanas pero sin mezclarse entre sí; es decir, estas naciones cooperan entre sí pero en ningún momento se unen. Esta comunidad es hija del antiguo imperio romano (de hecho el tratado que se hizo al establecer dicha comunidad tiene por nombre “Tratado de Roma”.
C.     Revelación profética por medio de parábolas.

Recordemos que la parábola no es otra cosa que una narración construida para comunicar verdades importantes, de las cuales el Señor hace uso frecuente como canal de la revelación profética. Por lo tanto, la correcta interpretación de las parábolas es de suma importancia.

Veamos 4 reglas para interpretar las parábolas que presentan un contenido profético:
  1. Debemos asegurarnos de conocer el alcance general de la parábola y sus propósitos, bien sea por referencia al contexto, o a pasajes paralelos.
  2. No debe sacarse ninguna conclusión doctrinal de parábolas o tipos, o de alguna parte de ellos.
  3. Toda parábola tiene dos sentidos, el sentido literal o externo, y el sentido espiritual o interno. El sentido literal debe ser el primero en explicarse, para que la correspondencia entre éste y el sentido espiritual sea más fácilmente percibida.
  4. Es importante considerar las circunstancias históricas, así como un conocimiento de la naturaleza y propiedades de las cosas de las cuales son tomadas las similitudes.
Ejemplo. (Mt. 24:32-34).
32De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
En esta parábola el Señor usa algunos elementos que son claves: “la higuera”, “el verano”, “a las puertas” y “esta generación”.
La higuera representa al pueblo de Israel; el verano representa al Señor Jesucristo;a las puertas se refiere a la cercanía de Su venida; y por último, ésta generación, que representa a la generación que viera a la higuera reverdecer.
Parte de esta profecía ya se ha cumplido, porque la higuera (Israel), después de haber sufrido la diáspora y el exilio por tantos años, el 14 de mayo de 1948 declara su independencia y se inicia el retorno del pueblo israelí, cumpliéndose asíNeh. 1:9; Is. 43:5; Jer. 30:3; Ez. 36:24; Ez. 37:12; Ez. 37:21; Sof. 3:20; etc.
Entonces, la generación que viera reverdecer o renacer a la nación de Israel (la higuera) sería la que estaría muy cerca (a las puertas) de ver al Rey de Reyes y Señor de Señores, venir con gran poder y gloria (la llegada del verano).

D.    Revelación profética por medio de sueños y éxtasis.

En los períodos primeros de la revelación profética, ésta fue dada frecuentemente por medio de sueños y trances extáticos. En Nm. 12:6 dice: Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
El sueño es notablemente prominente entre las formas primitivas de recibir revelación divina (AT), pero llega a ser menos frecuente en el período posterior (NT). Veamos algunos casos notables:
El de Jacob en Bethel (Gen. 28:12); el de Salomón (1 R. 3:5, 9:2); los de Nabucodonosor (Dn. Cap. 2 y 4); el de Daniel (Dn, 7:1); el de José (Mt. 1:20, 2:13-14); el de los magos del oriente (Mt. 2:12). La “visión nocturna” parece tener esencialmente la misma naturaleza del sueño (comp. Dn. 2:19; 8:1; Hch. 16:9; 18:9; 18:23).
Pero observamos que los sueños fueron más bien las formas primitivas e inferiores de la revelación divina. Una forma más elevada fue la del éxtasis profético, en que el espíritu del vidente era poseído por el Espíritu de Dios y, mientras aún retenía su conciencia humana, y podía experimentar emociones humanas, era arrebatado por visiones del Altísimo y se hacía conocedor de palabras y cosas que ningún mortal podía percibir en lo natural (2 Co. 12:2-4).

III. Reglas para la interpretación de la profecía.

La interpretación de la profecía requiere atención en relación con las palabras, el contexto, la gramática, y las situaciones históricas que son los principios aceptados con respecto a cualquier campo de interpretación.

  1. Interprete la profecía literalmente siempre que sea posible. Se debe leer al profeta literalmente; considerar que el significado literal es el significado; el profeta se está moviendo entre realidades, no entre símbolos; entre cosas concretas como personas, no entre cosas abstractas como nuestra iglesia, nuestro mundo, etc. Por regla general podemos aceptar la biblia literalmente; Dios hace obvias las ocasiones en que Él quiere que interpretemos algo simbólicamente. Como muchas de las profecías del AT ya se han cumplido de forma literal, como por ejemplo cuando Dios transformó el agua en sangre (Ex. 4:9; 7:17-21), no debe ser difícil imaginar que los eventos proféticos futuros se cumplan literalmente en el momento apropiado. Solo cuando los símbolos o las figuras del lenguaje no tienen ningún sentido al interpretarlos literalmente, debe buscarse otra forma de interpretación que no sea literal.
  2. Interprete de acuerdo con la armonía de la profecía. Esto lo vemos aplicado en 2 P. 1:20-21, donde el autor afirma que ninguna profecía es de interpretación privada. La profecía debe interpretarse en armonía con todo el programa profético. Esto requerirá un estudio cuidadoso, no solo de los temas generales de la profecía, sino también de todos los pasajes relacionados con cualquier tema dado para que se logre una vista armonizada, ya que una predicción con frecuencia arrojará luz sobre otra.
  3. Observe la perspectiva  de la profecía. Los eventos que tiene relación unos con otros y que son partes de un programa, o algún evento típico de otro, pueden unirse en una sola profecía, de manera que halla una doble referencia, aun cuando estén grandemente separados en su cumplimiento. Esto es particularmente cierto en las predicciones de los así llamados “profetas mayores”, donde muchas veces las profecías concernientes al cautiverio babilónico, los eventos del día del Señor, el regreso de babilonia, la diáspora, y su futura reunión desde todos los rincones de la tierra, se presentan aparentemente juntos en forma casi indiscriminada.
  4. Observe las relaciones del tiempo. Los eventos que están grandemente separados, en cuanto al tiempo de cumplimiento, pueden ser tratados dentro de una profecía. Esto es particularmente cierto en las profecías relacionadas con Cristo, donde eventos del primero y del segundo advenimiento se mencionan juntos como si fueran a realizarse al mismo tiempo. Es importante observar que el profeta puede mirar eventos grandemente separados como continuos, o cosas futuras como pasadas o presentes.
  5.  Interprete la profecía según la cristología. El tema central de toda profecía es el Señor Jesucristo. Su persona y su obra son el gran tema de la historia profética (1 P. 1:10-11; Ap. 19:10).
  6. Interprete históricamente. Es necesario conocer el fondo histórico del profeta y de la profecía. Este fondo histórico incluirá: el sentido completo  y la significación de todos los nombres propios, eventos, referencias geográficas, referencias a usos y costumbres (parábola de las diez vírgenes de Mt. 25:1-13) y referencias a la flora y la fauna (parábola del trigo y la cizaña de Mt. 13:24-30).
  7. Interprete gramaticalmente. Se menciona solo este punto para recordar al intérprete de la profecía que las reglas estrictas que gobiernan la interpretación gramatical deben aplicarse a este campo de estudio con no menos cuidado.
  8. Interprete de acuerdo con la ley del doble cumplimiento. En este punto es suficiente recordar que muchas veces puede haber en una profecía un aspecto cercano y otro lejano.
  9. Las profecías sobre Israel y sobre la iglesia no deben confundirse. Las promesas de Dios para Israel que se cumplirán en los “postreros días”, en particular las que se refieren al castigo de Israel durante la tribulación, no tienen nada que ver con la iglesia. La Biblia realiza promesas específicas a la iglesia en el sentido de que será arrebatada al cielo antes de la tribulación (Jn. 14: 2-3; 1 Co. 15:51-52; 1 Ts. 4:13-18).
  10. Para los pasajes simbólicos, comparar Escritura con Escritura. La Biblia no se contradice. Aun cuando la escribieron muchos hombres inspirados divinamente en un periodo de 1600 años, es sobrenaturalmente congruente en su terminología. Por ejemplo, la palabra “bestia” se usa 35 veces en Apocalipsis y muchas otras en otros pasajes de las Escrituras. Daniel explica que la palabra es símbolo de un rey o de un reino (Ver Dn. 7:8). Al examinar los contextos en Apocalipsis y Daniel, descubriremos que “bestia” tiene el mismo significado en ambos libros. Muchos otros símbolos de Apocalipsis fueron tomados directamente del AT. Estos incluyen el “árbol de la vida” (Ap. 2:7; 22:2,14), el “libro de la vida” (Ap. 3:5) y Babilonia (Ap. 14:8).

Solo resta decir que la observancia de estas reglas ortodoxas de interpretación profética nos guiará a una interpretación correcta de las Escrituras. 

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. (2 Co. 13:14).



FIGURAS RETÓRICAS (CAPÍTULO 6, 7, 8)


FIGURAS RETÓRICAS

Antes de iniciar, definiremos algunos términos que se emplearán en esta sección.
Figura. (Del lat. figūra). Cosa que representa o significa otra.
Retórica. (Del lat. rhetorĭca, y este del gr. ῥητορική). f. Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover.
Tropo. (Del lat. tropus, y este del gr. τρόπος). m. Empleo de las palabras en sentido distinto del que propiamente les corresponde, pero que tiene con este alguna conexión, correspondencia o semejanza. El tropo comprende la sinécdoque, la metonimia y la metáfora en todas sus variedades.
Las figuras literarias (llamadas también figuras retóricas o recursos literarios) son recursos del lenguaje literario utilizados por el poeta o escritor para dar más belleza y una mejor expresión a sus palabras; es decir, el poeta o escritor usa estos recursos para dar mayor expresividad a sus sentimientos y emociones íntimas, a su mundo interior; aunque no hay que olvidar que también podemos encontrar dichas figuras en el lenguaje coloquial o común; metáforas como “Estudia como un león”, hipérboles como “Es más pesado que una vaca en brazos”, asimismo expresiones irónicas como ¡Pero qué simpático es este niño!, etc.
Las figuras retóricas son formas de expresión que buscan conseguir un efecto mediante el uso del lenguaje con el propósito de enriquecerlo.

Metáfora

Metáfora. (Del lat. metaphŏra, y este del gr. μεταφορά, traslación). f. Ret. Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita; p. ej., Las perlas del rocío. La primavera de la vida. Refrenar las pasiones. || 2. Aplicación de una palabra o de una expresión a un objeto o a un concepto, al cual no denota literalmente, con el fin de sugerir una comparación (con otro objeto o concepto) y facilitar su comprensión; p. ej., el átomo es un sistema solar en miniatura.
La metáfora consiste además, en utilizar una palabra determinada cuyo verdadero significado, en realidad es otro. Se refiere también a la analogía o semejanza entre dos objetos o hechos, caracterizándose el uno con lo que es propio del otro.

Ejemplo 1. Cuando el Señor dijo: “Yo soy la luz del mundo” (Jn. 1:4; 8:12) no se estaba refiriendo a que Él fuera una lámpara o algo por el estilo, sino que ésta es una expresión metafórica usada para causar un efecto especial en los oyentes. Jesús usa esta analogía inspirándose en las alusiones del AT (Ex. 13:21; Sal. 27:1; Pr. 6:23; Ez. 1:4; Hab. 3:3-4).
Esta frase lo que hace es resaltar la identidad de Jesús como Mesías e Hijo de Dios (Sal. 27:1; Mal. 4:2). Declarándola como el cabal cumplimiento de lo que Dios había prometido en el AT para su pueblo (Is. 60: 19-22; Cf. Ap. 21: 23-24) y para el mundo (Is. 42:6).

Ejemplo 2. En 2 Co. 10:3-4 vemos que Pablo se refiere a “las armas de nuestra milicia”, pero de antemano no quiere decir que nosotros como creyentes seamos soldados del ejército militar literalmente sino que nuestra milicia es en el plano espiritual, tal y como lo aclara el mismo apóstol en 2 Ti. 2:3-4.

Ejemplo 3. En Mt. 7: 13-14, el Señor usa una metáfora para referirse a las dos posturas con las que el creyente tendría que enfrentarse; por un lado, una “puerta estrecha” que se refiere a la vida de fe en Jesucristo, acompañada de profundo arrepentimiento, conocimiento de la Verdad, completa sumisión a Cristo y un auténtico deseo de obedecer su voluntad y su Palabra. Por otra parte, una puerta ancha que representa a todas las doctrinas de auto-justificación y a una vida ajena a Jesucristo.

Ejemplo 4. Jesucristo se refiere a sí mismo como el “Pan de Vida” para mostrar que así como el pan que recibieron los israelitas en el desierto sirvió para alimentar lo físico, no obstante, era incapaz de impartir vida eterna o de suplir las necesidades espirituales; no así con el “Pan de Vida” representado en Jesucristo, el cual es el único que sacia al hombre y le da vida eterna.
Desafortunadamente, por una falta de interés en el estudio serio y dedicado de los Escritos Sagrados, muchas personas no respetan estos principios fundamentales para la interpretación de la Palabra de Dios, obteniendo un conocimiento defectuoso y hasta torcido, tal y como lo menciona 2 P. 3:16.
Lo anterior porque existen doctrinas donde se enseña que el pan y el vino se convierten literalmente en la carne y la sangre de Jesucristo (transubstanciación), cayendo en craso error, ya que la ceremonia de la santa cena no es sino un memorial de la muerte del Señor.

Actividad.
  1. La serpiente en el huerto del Edén, ¿era literal o era una metáfora?
  2. Buscar las figuras retóricas en Jn. 4:1-30

Sinécdoque

Sinécdoque. (Del lat. synecdŏche, y este del gr. συνεκδοχή, de συνεκδέχεσθαι, recibir juntamente). f. Ret. Tropo que consiste en extender, restringir o alterar de algún modo la significación de las palabras, para designar un todo con el nombre de una de sus partes, o viceversa; un género con el de una especie, o al contrario; una cosa con el de la materia de que está formada, etc.
Consiste en usar una parte hablando de un todo o hablando de un todo para referirse a una parte.
Ø  ¡Llegó la policía! - se refiere a algunos oficiales de ella, no a toda la institución.
Ø  Son características del gato - utiliza el nombre de un animal para referirse a la especie.
Ø  Trabajo para ganarme el pan. - no solo el pan, se refiere a la comida en general.
Ø  El resonar de los bronces -se refiere a las campanas.
Ø  Venderemos treinta cabezas de ganado en la próxima feria - se refiere por cabezas, a distintos animales enteros.
Ø  El hombre es un ser racional - por hombre, se refiere a toda la especie humana (los hombres).
El todo por una parte:

Ejemplo 1. Hch. 24:5. “Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos.
La expresión “todo el mundo” se refiere al mundo conocido hasta ese entonces, el imperio romano que estaba conformado por varias naciones; no queriendo decir con esto que también hayan llegado hasta América, tomando aquí un todo para referirse a una parte.

Ejemplo 2. Sal. 16:9. “Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente”.
Aquí el salmista pone una parte por el todo. Lo ordinario sería decir: “mi cuerpo” o “mi ser” que sería el todo, siendo “la carne” parte de su ser.

Metonimia

Metonimia. (Del lat. metonymĭa, y este del gr. μετωνυμία). f. Ret. Tropo que consiste en designar algo con el nombre de otra cosa tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.
Esta figura se emplea también cuando se pone la señal o símbolo por la realidad que indica el símbolo.

Ejemplo 1. Lc. 16:29 “Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
Aquí el escritor sagrado usa esta expresión en lugar de decir que tienen los escritos de Moisés y los de los profetas; es decir, el AT; poniendo al símbolo (Moisés y los profetas) por la realidad (TANAJ).

Ejemplo 2. Mt. 17:1-5 “1Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 5Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijoamado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
En este pasaje encontramos una metonimia muy clara al aparecer en el monte de la transfiguración, Moisés, Elías y Cristo. Cada uno de ellos siendo símbolo de diferentes realidades; el primero de la TORÁ y el segundo de LOS PROFETAS y el último del cabal y soberano cumplimiento de lo profetizado por los dos anteriores.

Prosopopeya

Prosopopeya. (Del gr. προσωποποιΐα). f. Ret. Figura que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados, o a los seres irracionales las del hombre.

Ejemplo 1. Ez. 6:3 “Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares altos.
Es por demás innecesario decir que los montes no pueden oír, sino que en este caso, Ezequiel usa esta prosopopeya para referirse a los idólatras israelitas, quienes habían usado los “montes” para adorar ídolos ajenos.

Ejemplo 2. Is. 55:12 “Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
En este pasaje vemos no solo una mera personificación de las cosas inanimadas sino además una simbolización en las mismas; representando en este verso “los montes y los collados” personas que se encuentran en eminencia y “los árboles del campo” personas de condición humilde, lo que indica que tanto los unos como los otros deben alabar al Altísimo Todopoderoso.
Pregunta: ¿La burra de balaam era literal o era una prosopopeya? (Nm. 22:21-31).

Ironía

Ironía. (Del lat. ironīa, y este del gr. εἰρωνεία). f. Burla fina y disimulada. || 2. Tono burlón con que se dice. || 3. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.
Figura retórica que consiste en expresar lo contrario a lo que se quiere decir, pero siempre de tal modo que se hace resaltar lo verdadero. Se usa escasamente en las Escrituras, pero nunca con el propósito de humillar o hacer escarnio, sino de hacer brillar la Verdad.

Ejemplo 1. 2 Co. 11:3-6 “3Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; 5y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles. 6Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado.
En este escenario vemos al apóstol Pablo refiriéndose a los falsos maestros como grandes apóstoles, dando a entender, no solo que en absoluto no son apóstoles, sino que además de eso, sí son falsos maestros.

Ejemplo 2. 1 Reyes 18:27 “Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.
El profeta Elías, estando en el Monte Carmelo hace uso de la ironía para darles a entender que es totalmente inútil que griten.

Hipérbole

Hipérbole. (Del lat. hyperbŏle, y este del gr. ὑπερβολή). f. Ret. Figura que consiste en aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla.
Esta figura retórica representa una cosa como mucho más grande o más pequeña de lo que en realidad es. Se usa muy poco en las Escrituras.

Ejemplo 1. Dt. 1:28 “¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac.
Aquí observamos que el lenguaje usado por los israelitas es totalmente exagerado para referirse a las murallas de la tierra de Canaán.

Ejemplo 2. Jn. 21:25 “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribirAmén.
Juan hace uso de esta figura al finalizar el evangelio que lleva su nombre.
Actividad. Lea detenidamente la carta a Filemón y:
  1. Usando todas las reglas diga a qué se refiere el sentido literal de la carta, pero además, mencione el sentido espiritual de la misma.
  2. Usando las figuras estudiadas con anterioridad, indique si hay alguna de ellas contenida en la carta.

Alegoría

Alegoría. (Del lat. allegorĭa, y este del gr. ἀλληγορία). f. Ret. Figura que consiste en hacer patentes en el discurso, por medio de varias metáforas consecutivas, un sentido recto y otro figurado, ambos completos, a fin de dar a entender una cosa expresando otra diferente.
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En este recurso literario se utiliza una historia o una narración para transmitir verdades acerca de la realidad. Una alegoría comunica algo además de su sentido literal. A veces se define como una metáfora extendida.

Alegoría en el AT
Ningún libro completo del AT se escribió como una alegoría aunque se han interpretado alegóricamente algunas porciones como el libro de Cantares. El rabino Akiba (Aprox. 50-132 a. C.) interpretó que el libro de Cantares, alegóricamente se refería al amor de Dios hacia Israel y también eruditos cristianos siguen esa línea de pensamiento, interpretando que ese libro del AT se refiere al amor de Cristo hacia la iglesia.

Alegoría en el NT
Cristo nunca alegorizó el AT, pero sí efectuó interpretaciones alegóricas en algunas de sus parábolas, como la del “sembrador” (Mr. 4:1-20). En esta parábola, asigna un significado simbólico a los diversos elementos de la parábola; por ejemplo, la semilla representa la Palabra de Dios, y las 4 clases de suelo simbolizan las diferentes maneras en que se recibe.
También vemos que en la parábola del “trigo y la cizaña” realiza una interpretación alegórica (Mt. 13:24-30; 36, 43). No obstante, la mayoría de las parábolas no son alegóricas.
La alegoría que se emplea en la Biblia va más allá de una historia ficticia para ilustrar una realidad, de hecho en las Escrituras no hay nada ficticio, sino que se hecha mano de un tipo de alegoría de corte rabínico, tal y como lo vemos en Ga. 4:22-31, donde encontramos una alegoría convertida en doble TIPO (el tipo es una figura retórica que veremos más adelante):
(a)   Agar, la esclava, representa el pacto que se promulgó en el Sinaí y corresponde a la Jerusalén que conocemos hasta el día de hoy, misma que engendra hijos para esclavitud, pues la Ley hace esclavos (v.3);
(b)   Sara (aunque no se le menciona por su nombre), la libre, y representa al pacto de la gracia, incluido en la promesa hecha a Abraham (Gen. 12:2-3), y corresponde al monte Sion, tipo de la Jerusalén celestial, libre y madre de hijos libres.
¿Quién es esta madre, la Jerusalén de arriba, tipificada en Sara, la libre, madre de todos nosotros?
Definitivamente no es la iglesia, sino que es la Sion celestial, la ciudad capital del cielo, la eterna patria celestial, un lugar de santidad perfecta (Filip. 3:20; He. 12:22; Ap. 3:12; 21:2, 10; Is. 54:1). Ésta es la ciudad donde los santos en Cristo vivirán (Jn. 14:1-3).

El tipo

Es una clase de metáfora que no consiste meramente en palabras sino en hechos, personas u objetos en el provenir. Estas figuras son “la sombra de lo que ha de venir” a la cual se refiere el apóstol Pablo en Col 2:17.
La tipología es un método de interpretar partes de las Escrituras mediante el uso de un patrón, modelo o figura establecido por una declaración anterior que explica otra posterior.
El tipo o tipología nos sirve para interpretar el AT, a partir de una impronta, y relacionarlo con el NT.
Dicho de otro modo, el AT es el recipiente que Dios usó para colocar el contenido que habría de servir para bendición del hombre. No importando el envase sino el contenido.
Debido a los excesos y abusos cometidos al interpretar muchas porciones de las Escrituras que han parecido típicas (de tipo) en el AT, es necesario acotar lo siguiente:
  1. Es tipológico (típico o tipo), todo aquello que se manifiesta sombríamente en el AT y que se confirma en el NT.
  2. De suma importancia es saber que lo tipológico (típico o tipo) es inferior, en todos los sentidos, a la realidad que se muestra en el NT, y además, que todos los detalles del “tipo” no tienen aplicación a dicha realidad.
Nota: En la actualidad, existen sectores o grupos de creyentes que cometen una falta grave de interpretación al pasar por alto este punto, cayendo inclusive, en idolatría. Por ejemplo: Creyentes que construyen altares, bañan en aceite objetos o personas (como señal de consagración), encienden candelabros, etc.; atribuyéndole a esos rituales cierto poder, incluso salvífico. Peor aún, algunas personas cristianas creen que por medio de un nombre dado a un lugar o a una persona se obtienen ciertos privilegios o poderes.
  1. Los “tipos” no nos fueron dados para servir de base y fundamento de las doctrinas cristianas, sino para confirmar nuestra fe e ilustrar y presentarnos las doctrinas vivas a la mente.
Nota: Es común ver personas neófitas enseñando que el hombre puede pactar con Dios; que el creyente debe guardar el sábado; que el cristiano puede decidir su futuro, declarando bendición o cancelando maldiciones con su propia palabra; que el cristiano pobre o enfermo está cargando con una maldición generacional y entre muchas otras cosas que son causa de que muchos anden en pos de herejías destructoras (2 P. 2:1).

Ejemplo 1. (Jn. 1:29 comparado con Ex. 12:1-28 [Ver también Lv. 16: 5-34]).
La pascua, es un tipo de Cristo nuestro Redentor (Jn. 1:29; 1 Co. 5:6-7; 1 P. 1:18-20).
  1. El cordero no debía tener defectos, y la manera de comprobarlo era guardándolo durante cuatro días (Ex. 12:5-6). De la misma manera, la vida pública de nuestro Señor fue la que demostró su santidad (Jn. 8:46; Jn. 18:38).
  2. Una vez que el cordero pasaba la prueba, debía ser matado (Ex. 12:6; He. 9:22).
  3. La sangre debía ser debidamente aplicada (Ex. 12:7). Esto corresponde a la salvación por fe personal y refuta la falsa enseñanza de que todos los hombres son salvos por la promesa hecha en Jn. 3:16 (Cf. Jn. 3:36).
  4. La sangre aplicada de esa manera constituía, en sí misma y sin ningún agregado, una protección perfecta contra el juicio (Ex. 12:13; He. 10:10, 14; 1 Jn. 1:7).
Este tipo lo vemos resumido en Prov. 28:13 donde se nos dice:
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
En esta pequeña porción de la Escritura se resume una de las doctrinas fundamentales y más poderosas que el hombre pudo haber escuchado jamás: La salvación por gracia por medio de la fe y no por obras (Ef. 2:8-9).
El que encubre sus pecados no prosperará;…”
Proféticamente, el escritor de los proverbios, Salomón, menciona que los rituales de machos cabríos solo encubren los pecados pero no otorgan salvación alguna a quien los practica (rituales de la Ley) Ver. He. 10:1.
“…Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Y en la segunda parte de esta frase vemos que con solo confesar nuestros pecados ante Dios (arrepentimiento profundo) y apartarnos (vivir como nos enseña Cristo) alcanzaremos misericordia (Salvación por gracia y por fe). Ver He. 4:16.

Ejemplo 2. Las fiestas judías como tipo de la 1ª y 2ª venida de Cristo.
Las primeras cuatro fiestas, que son la Pascua (Pesach), Panes Sin Levadura (Hag HaMatzah),Primicias (Bikkurim), y Pentecostés (Shavuot), nos enseñan principalmente acerca de los acontecimientos más significativos de la primera venida del Mesías (Mashiach) y la razón por la cual estos eventos forman parte importante de la redención divina del hombre.
Las últimas cuatro fiestas, que son la Fiesta de Trompetas (Yom Teruah, también conocida como Rosh HaShanah), el Día de la Expiación (Yom Kippur), y la Fiesta de las Tiendas o Tabernáculos(Sukkot), presentan una perspectiva fascinante acerca de los acontecimientos relevantes a lasegunda venida del Mesías (Mashiach). 
     Nota Importante: Dos palabras importantes aparecen en Levítico (Vayikra) capítulo 23, y ambas palabras son traducidas como fiesta [en español]. En el versículo 2, la palabra fiestaes traducida de la palabra hebrea mo'ed, como está escrito: "Habla a los hijos de Israel, y diles: las fiestas solemnes (mo'ed) de Jehová...". La palabra mo'ed significa: "una cita, un tiempo señalado, un ciclo o año, una asamblea, un tiempo determinado, un tiempo preciso".
Al entender el significado hebreo de la palabra fiesta, podemos ver que Dios está precisando "un tiempo determinado o un tiempo señalado" en el cual Él está haciendo una cita con la humanidad para cumplir ciertos aspectos de la redención. De hecho, El Señor Jesucristo vino a la tierra exactamente a la hora determinada por Dios (Gálatas 4:2,4), y Dios ha determinado el tiempo preciso en el futuro en el que juzgará al mundo (Hechos 17:31).
En el versículo 6 encontramos otra palabra hebrea que es traducida como fiesta, como está escrito: "Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne (chag o Kjagde los panes sin levadura..." La palabra hebrea chag o Kjag, que significa "festival", se deriva de la raíz hebreachagag o kjagág, que significa: "moverse en círculos, marchar en una procesión sagrada, celebrar, danzar, celebrar una fiesta solemne". Con ello podemos ver que Dios nos dio las fiestas como parte de un ciclo que debe ser guardado todos los años, con el fin de que al celebrarlos podamos llegar a tener mayor entendimiento del plan divino de redención del mundo; el rol que el Mesías juega en la redención; y nuestra relación personal con Dios, en cuanto a la forma de crecer hasta alcanzar la madurez espiritual.
Dios NO nos dio las fiestas para que alcanzáramos la salvación a través de ellas, ya que la salvación sólo viene por fe (emunah); sin embargo, Dios las dio con el propósito de enseñar e instruir a Su pueblo con respecto a Su plan de redención y nuestra relación personal con El.
La Pascua (Pesach), la Fiesta de las Semanas o Pentecostés (Shavuot), y la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) debían ser celebradas en un lugar determinado (Dt. 16:2, 6, 9-11, 13-16). Este lugar era Jerusalén (2 Reyes 21:4).
Con ello podemos ver que Jerusalén era el lugar escogido por Dios para llevar a cabo los acontecimientos tan importantes que rodean el cumplimiento del plan divino de redención. Jesús murió, fue sepultado y resucitó en Jerusalén. El bautismo en el Espíritu Santo (Ruach HaKodesh) se llevó a cabo en Jerusalén. El Mesías Jesucristo regresará y posará Su pie en el Monte de los Olivos en Jerusalén (Zacarías 14:4) y Jerusalén será el centro de la atención y de controversia en todo el mundo antes de la venida del Mesías (Zacarías 12:2-3; 14:2-4).

LAS FIESTAS DEL SEÑOR SON:
1.      Pesach o Pascua, celebrada el 14 Nisán o Aviv (marzo-abril).
Ex. 12:1-14; Lv. 23:5; Nm. 9:1-14; Dt. 16:1-7.
 2.      Hag HaMatzah o Panes Sin Levadura, celebrada el 15-21 Nisan/ Aviv (marzo-abril).
Ex. 12: 15-20; 13:3-10; Lv. 23:6-8; Nm. 28: 17-25; Dt. 16: 3, 4, 8.
 3.      Bikkurim o Primicias de la Cosecha, celebrada El día siguiente del sábado (marzo-abril).
Lv. 23:9-14; Nm. 28:26.
 4.      Shavuot o Fiesta de las Semanas (Pentecostés), celebrada 50 días después de la cosecha, el 6 de Siván (mayo-junio).
Ex. 23:16; 34:22; Lv. 23:15-21; Nm. 28:26-31; Dt. 16: 9-12.
 5.      Yom Teruah o Fiesta de las Trompetas (Rosh HaShanah), celebrada el 1 de Tishrei (septiembre-octubre).
Lv. 23:23-25; Nm. 29: 1-6.
   6.      Yom Kippur o Día de Expiación, celebrada el 10 de Tishrei (septiembre-octubre).
Lv. 16; 34:22; Nm. 29:7-11.
 7.      Sukkot o Fiesta de los Tabernáculos, celebrada el 15-22 de Tishrei (septiembre-octubre).
Ex. 23:16; 34:22; Lv. 23: 33-36; 39:43; Nm. 29: 12-38; Dt. 16: 13-15.

APLICACIÓN HISTÓRICA DE LAS FIESTAS
1.      Pascua:                                    Liberación de Israel de la esclavitud en Egipto
2.      Panes Sin Levadura:              Salida de Egipto
3.      Primicias:                                Cruzada del Mar Rojo
4.      Pentecostés:                           Entrega de la Torá en el Monte Sinaí
5.      Trompetas:                             Sonido del Shofar / Año Nuevo judío
6.      Día de la expiación                El Sumo Sacerdote entra en el Lugar Santísimo / Perdón de los pecados del pueblo
7.      Tabernáculos:                         Entrada en la Tierra Prometida / Gran Regocijo

APLICACIÓN MESIÁNICA DE LAS FIESTAS
1. Pascua:                             Muerte de Jesús en el madero.
2. Panes Sin Levadura:       Sepultura de Jesucristo.
3. Primicias:                         Resurrección del Señor.
4. Pentecostés:                    Manifestación del Espíritu Santo (Hechos 2)
5. Trompetas:                      Resurrección de los muertos / Rapto de los creyentes
6. Día de Expiación             Día de la Segunda Venida del Mesías (Zacarías 14:4)
7. Tabernáculos:                  El Milenio.

El símbolo

Es una especie de tipo por el cual se representa alguna cosa o algún hecho por medio de otra cosa o hecho familiar que se considera a propósito para servir de semejanza o representación. Si bien la palabra “símbolo” no aparece en la Biblia, tanto el AT como el NT son ricos en simbolismos y lenguaje simbólico.
Los símbolos, sean objetos, gestos o rituales, transmiten significado a aspectos racionales, emocionales e intuitivos del ser humano.
El símbolo universal y supremo de la fe cristiana es la cruz, un instrumento de ejecución. Para los cristianos, este horrendo objeto se convierte en una señal del amor de Dios hacia el hombre.

Ejemplos varios.
La muerte de Cristo, vista a través de la resurrección, es central en los dos rituales simbólicos más importantes de la fe cristiana: el bautismo y la Cena del Señor.
El bautismo es una imagen de la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo. Cuando una persona se bautiza le está diciendo al mundo que se identifica con el acto de salvación que se está representando. Esto significa que el nuevo creyente muere al pecado y resucita a una vida nueva; ahora vive para Dios y Él es el centro de su vida.
La Cena del Señor emplea elementos comunes del pan y el vino para representar el cuerpo casi hecho pedazos de Cristo y Su sangre derramada por el pecado de la humanidad.
Las parábolas de Jesús abundan en símbolos: granos, cizaña, una oveja perdida, una moneda perdida, un hijo perdido, etc.
Jesús usó un lenguaje simbólico cuando habló de Sí mismo y de su relación con las personas: pan de vida, luz del mundo, buen pastor, agua de vida y puerta.

Ejemplo 1. El Señor Jesús hizo innumerables milagros y prodigios pero hubo siete de ellos que simbolizan algo en especial, y para corroborar eso nos vamos a remitir al evangelio de Juan, veamos.
  1. Las bodas de Caná (Jn. 2:1-11). En este pasaje vemos que solo Cristo puede transformar una vida de insipidez y vaciedad a una llena de color y sabor verdaderos.
Lo curioso de este pasaje lo hallamos en el v.11 cuando leemos Esteprincipio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, lo que nos indica que este fue el primer milagro simbólico del Señor.
  1. La curación del hijo de un funcionario (Jn. 4:46-54). En esta segunda señal se nos enseña que solo el Señor es digno de confianza.
  2. La curación de un enfermo paralítico (Jn. 5:1-9). Aquí aprendemos que en la “casa de la misericordia” (Betesda) nadie hacía misericordia y que solo Jesús es la verdadera misericordia.
  3. Multiplicación de los panes (Jn. 6:1-15). Por medio de esta porción de la Escritura nos damos cuenta que solo Jesús puede saciar nuestra vida. Desafortunadamente la mayoría de los creyentes somos como los 5,000, que solo disfrutan de los milagros y muy pocos somos de los que disfrutan recogiendo los pedazos.
  4. La caminata sobre el agua (Jn. 6:16-21). Aquí hallamos que Jesús es el único que trae paz a nuestra vida.
  5. Curación de un ciego de nacimiento (Jn. 9:1-7). Aprendemos aquí que sólo Jesús nos hace ver con claridad.
  6. Resurrección de Lázaro (Jn. 11:1-44). Y con esta señal milagrosa el Señor cierra con broche de oro declarando que solo Él puede vencer a la muerte.
Ejemplo 2. (Ap. 12:1-2).
1Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Si leemos literalmente este texto y no hacemos caso a la advertencia del principio del versículo 1 (“una gran señal), inmediatamente interpretaremos mal este texto diciendo que en efecto, el texto está hablando de una mujer, pero esto no es así.
En primer lugar, la mujer es una señal o símbolo; es decir, que representa algo y definitivamente a la virgen María o de Guadalupe, no es. Eso es fácil corroborarlo comparando este texto con Gen. 37:9-11.
9Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.
Por medio de este pasaje paralelo nos damos cuenta que “la mujer” es el pueblo de Israel cuya estirpe o cepa se conformaba de:
  1. El sol, que representa a Jacob (Israel), padre de José.
  2. La luna, la cual representa a la madre de José.
  3. Las 12 estrellas representan a cada uno de los hermanos de José, incluido él; mismos que llegaron a ser los patriarcas de las 12 tribus de Israel.

La parábola

Narración de un suceso natural o acontecimiento posible en la cual se hace una comparativa. Se usa para ilustrar una o varias verdades importantes. El Señor Jesús hacía uso de este recurso literario para dar diferentes perspectivas del Reino de Dios. Las parábolas usan figuras retóricas como la metáfora o el símil.

Reglas para interpretar las parábolas
  1. Se debe buscar primeramente el propósito de la parábola.
  2. Deben tomarse en cuenta solo los rasgos principales de las parábolas, dejando a un lado lo que se usa para adornar o completar la narración.
  3. Las parábolas sirven para ilustrar las doctrinas, nunca para producirlas.
Parábolas en el AT
Una interesante parábola del AT la encontramos en 2 Samuel 12:1-4 donde el profeta Natán hace por medio de esta, una ilustración y comparación, con el propósito de confrontar el proceder del rey David.

Parábolas en el NT
Muchas de las parábolas emitidas por el Señor Jesús surgieron de situaciones conflictivas que se presentaban cuando Jesús respondía a críticas de religiosos y pecadores que presumían una superioridad moral, sin estos tenerla en absoluto.
Las parábolas no son meros relatos ingeniosos, sino proclamaciones formidables de las Buenas Nuevas de salvación. Anécdotas que apelan a una imaginación pintoresca de parte del escucha.
En su parábola más famosa, ensalzó el amor perdonador del Padre y desenmascaró la crítica hostil del rencoroso hermano (Lc. 15:11-32). Estas historias maravillosas, relatadas por el Señor, hicieron que todo el público que le escuchara (y hasta el día de hoy) se cimbrara de tal modo que no solo quedaban atónitos, sino con la fe de cada uno al borde del colapso para decidir solo una de dos cosas: ¿o este hombre es el Hijo de Dios, es decir, Dios encarnado; o bien, este hombre es un lunático mentiroso?

El tema común de las parábolas
Todas ellas se centran en el Reino de Dios (Mar. 1:15). Cada una explora y expande el tema, además, proclaman el Reino de Dios como un reino ético, real, escatológico y evangelizador.
Muchas de ellas fueron y son llamados vehementes al arrepentimiento y a la restauración moral y espiritual del hombre con miras de hallar gracia delante del Altísimo.

Actividad.
  1. ¿Consideras que el relato del rico y Lázaro es una parábola, o qué figura retórica podría ser? (Lc. 16:19-31). Escribe tu tesis y susténtala con citas bíblicas.

El Símil

Símil. (Del lat. simĭlis). adj. p. us. Significa semejante o parecido (ǁ que semeja). || Ret. Figura que consiste en comparar expresamente una cosa con otra, para dar idea viva y eficaz de una de ellas.

Ejemplo 1. (Sal. 103:11) “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
Vemos en este pasaje que el salmista describe de una forma gráfica y conocida para el escucha o lector la forma como el Señor ha aumentado su paciencia y misericordia sobre el hombre, de tal modo que pueda entenderlo.

Ejemplo 2. (Is. 55:8-11) 8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 10Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Estos símiles, de belleza incomparable, proporcionan un lenguaje claro y contundente. Así como la lluvia y la nieve, sirven para hacer crecer los productos cosechados, así también la Palabra de Dios ablanda y sacia la sed  del corazón humano, transformándolo en un terreno fértil y productivo.

Antítesis

Antítesis. (Del lat. antithĕsis, y este del gr. ἀντίθεσις, de ἀντί, contra, y θέσις, posición). f. Fil. Oposición o contrariedad de dos juicios o afirmaciones. || 2. Ret. Figura que consiste en contraponer una frase o una palabra a otra de significación contraria.

Ejemplo 1. (Dt. 30:15) “ Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;…”
Tenemos aquí un contraste o antítesis muy evidente al anunciar la vida y su contraparte, la muerteel bien y su contraparte, el mal.

Ejemplo 2. (2 Co. 3:6-18) 6el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 7Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, 8¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 10Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. 11Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. 12Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; 13y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 14Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 15Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 16Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 17Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Aquí Pablo establece un contraste magistral entre el AT y el NT, entre la Ley Mosaica y el Evangelio, empleando en dicha comparativa una antítesis.

Ejemplo 3. (Ro. 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
El apóstol Pablo contrasta “muerte” con “vida eterna”, y “la paga del pecado es muerte” con “la dádiva de Dios es vida eterna”.

Actividad.
  1. Ahora que conoces ésta figura retórica (antítesis), lee detenidamente el capítulo 7 de romanos y compáralo con Rom. 8:1-17 ¿qué opinas, es la porción del capítulo 8 la antítesis del capítulo 7? Responde Si o No pero también incluye un argumento con citas bíblicas.